domingo, 6 de enero de 2013

Sohei: el monje guerrero del Japón

Por:
Luis Gustavo Ramírez. Renshi
senseiluisgustavo@hotmail.com


Sōhei
Un sōhei ( 僧兵 ) es un monje guerrero japonés. Estos monjes guerreros llegaron a tener un importante poder durante el período feudal. No han de confundirse con los Yamabushi, otro tipo de monjes que practicaban el Shugendo.

Entre los siglos X y XVI, las organizaciones religiosas tuvieron un papel muy importante en la vida social, política y militar de Japón. Conocidos como sohei ("monjes guerreros") o yamabushi ("guerreros de las montañas"), los monjes guerreros eran todo menos gente pacifica y dedicada a la meditación. Armados con las características naginata de hoja larga, un arma parecida a la guja europea, fueron enemigos formidables durante gran parte de ese periodo.
El periodo sengoku, conocido como la era de los estados en guerra, de los siglos XV-XVI, fue testigo de algunos de los mas recientes desarrollos en las tácticas de combate de los monjes japoneses, principalmente como resultado del relevo de los antiguos ejércitos monacales de Nara y el monte Hiei por las nuevas y populistas sectas budistas tales como los nichiren-shu y los shinshu. Los ejércitos shinshu, de aquella época sin ley, incluso derrocaron a los daimyo (señores de la guerra) y establecieron sus propios "principados" independientes. Sus "catedrales fortificadas" en Nagashima e Ishiyama Honganji rivalizaban con los magníficos castillos samurai, y estaban a la vanguardia de la tecnología militar.
La palabra sohei también puede traducirse como "sacerdote soldado" (so: sacerdote - hei: soldado). Otro término para referirse a ellos, utilizado por los atemorizados miembros de la corte imperial, es akuso o "monjes diablo", para el que no es necesaria explicación. El término yamabushi se refiere a los adeptos de la secta shugendo, que nunca se organizaron en ejércitos y pertenecen a un periodo posterior. El ideograma que se lee yama significa "montaña", y la palabra también se empleó para referirse a los sohei del monte Hiei.



VESTIMENTA Y EQUIPO
La prenda básica de un sohei era una toga monástica, similar a las que visten hoy. Sobre el fudoshi o taparrabos se ponían una sucesión de kimonos. El kimono interior podía ser de color blanco y el último era de color blanco, canela o azafrán. Encima de este llevaban una chaqueta larga, normalmente negra. Calzaban waraji (sandalias de paja) sobre los tabi (calcetines) y a menudo, llevaban kiahan polainas). En muchas ilustraciones de la época aparecen los altos zuecos de madera o geta. Entre los rasgos más distintivos de la vestimenta de un monje guerrero se incluían una cogulla blanca colocada de manera que solo dejaba la cara al descubierto. Algunos grabados muestran a los monjes guerreros sin la cogulla y con un hachimaki (cinta para el pelo) de color blanco alrededor de la cabeza.


Los monjes guerreros también llevaban armadura. A juzgar por las pinturas de la época, normalmente seria una simple do-maru, que se ponía debajo de la última prenda, más bien como un chaleco antibalas. La do-maru era la típica armadura japonesa. Estaba hecha de placas de metal lacado o de cuero superpuestas, y entrelazadas con cordeles. En algunos casos vemos que también irían equipados con kote (mangas de armadura) bajo las anchas mangas de sus kimonos. El kote consistía en una manga de tela al que se cosían pequeñas placas de metal en los lugares más vulnerables. Para proteger la cabeza por completo seria necesario un casco en lugar de la cogulla, en la batalla entre los monjes guerreros de Nara y la familia Taira representados en los grabados del Kasuga Gongen, podemos ver a muchos monjes guerreros que van equipados totalmente con armadura y casi indistinguibles de los samurai de rango bajo.
Un fuerte cinturón reforzaba al cinturón normal del kimono del que colgaba la típica espada japonesa o katana. En común con la mayoría de los samurai, podrían haber llevado un tanto (daga) ceñido al cinturón, justo al lado contrario de la katana. También usaban arcos y flechas y muchos monjes eran arqueros experimentados. El arco era el típico arco largo japonés, que solían disparar a caballo. Los monjes arqueros practicaban incansablemente, disparando al objetivo al galope.



Sin embargo. el arma tradicional de un monje guerrero era la naginata, un arma enastada y cortante, con una hoja larga de un solo filo y ligeramente curvada en la punta. La longitud relativa de la hoja y del asta era variable, y los ejemplos más tardíos tenían una hoja más corta y un asta más larga. Los guerreros la manejaban con destreza y aplomo, por ejemplo haciéndola girar a galope tendido. Un relato de la batalla de Uji, en 1180, nos dice lo siguiente:
"Gochin no Tajima arrojó la funda de su larga naginata, caminó el solo por el puente, donde le llovieron la furia y las flechas de los arqueros Heike. Tajima, sin inmutarse, se agachó para evitar las que iban más alto, saltó sobre las que volaron más bajo, cortó por la mitad aquellas que iban directamente hacia él con su zumbante naginata, de manera que incluso el enemigo lo contempló con admiración. Así fue como recibió el apodo de 'Tajima el cortador de flechas'."


Al parecer, las armaduras japonesas eran muy resistentes a las flechas, y las antiguas crónicas están llenas de relatos, sin duda exagerados, sobre samurai que salían a rastras del campo de batalla con docenas de flechas clavadas.
En el periodo posterior hubo mucha más variación en la vestimenta. Algunas ilustraciones de los ikko-ikki los muestran más como rufianes que como guerreros. El tipo de armadura dependía mucho de la suerte de su portador y de su predisposición al pillaje: la mayoría de los elementos del equipo se podían adquirir sin gran coste después de una batalla.


Muchas armaduras del siglo tenían sólidos petos, de los que algunas veces se decía que eran a prueba de balas. La sencilla armadura de placas de los ashigaru (soldados de infantería) era muy barata de fabricar y probablemente la llevaran muchos ejércitos de ikko-ikki. Junto con las primeras armas, estaba muy extendido el uso de lanzas, pero una incorporación más sorprendente fue la del mosquete, introducido por los portugueses en 1543, y que pronto empezaron a fabricar los armeros japoneses.
El ejército ikko-ikki también se distinguía por sus numerosas banderas y estandartes verticales (nobori), algunos con consignas budistas como "El que avanza tiene asegurada la salvación, pero al que se retira le espera el infierno".


Armas


Los sohei eran muy variados en armamento. Normalmente solían llevar consigo la naginata una larga lanza con una hoja unida a su extremo. Su largo alcance la hacía muy efectiva contra caballería e infantería, además de ser bastante fácil de usar. Esta llamativa arma estaba relacionada con los monjes guerreros y fue usada por el famoso Gochin no Tajima (también conocido como Tajima "el cortaflechas") en la batalla de Uji en 1180. Lideró la defensa de un puente blandiendo su naginata con tal maestría, que las flechas del enemigo rebotaban sin hacerle el menor daño.
También se sabe que solían utilizar el arco, e incluso durante algunas batallas utilizaban unas flechas especiales queal ser lanzadas emitían un fuerte sonido, parecido a un silbido, que servía para espantar a los enemigos o como señal.
Otro arma conocido era el mosquete, los monjes guerreros eran famosos por su dominio con las armas de fuego, en concreto la secta Negoroji y los Ikko-Ikki. La katana, sin embargo, era usada en el combate cercano, siendo los
monjes guerreros del clan Uesugi los más temidos en el uso de esta arma.


Los sohei solían tener grandes conocimientos de artes marciales y exponer al máximo su resistencia física, siendo los Monjes de Hiei los mas importantes. Los monjes maratonianos del monte Hiei profesaban la escuela budista de
Tendai. A diferencia de la mayoría de las doctrinas budistas, los seguidores de Tendai sostenían que se podía conseguir la iluminación en una sola vida. Para alcanzar este fin, los monjes se sometían al "Kaihogyo", una atroz
prueba de resistencia física en la que tenían que recorrer 30 km por día a pie, durante 100 días seguidos, a lo largo de cinco años consecutivos. El sexto año, la distancia se ampliaba hasta los 60 km (durante 100 días) y el séptimo hasta los 84 km. como vestimenta, los monjes solían llevar una serie de kimonos, generalmente blanco debajo y violeta en la parte superior; Este estilo ha cambiado muy poco desde la introducción del budismo en el siglo VII. 
El calzado tradicional consistía en zuecos de madera o sandalias.Los monjes guerreros a menudo solían llevar un gran pañuelo blanco para cubrirse la cabeza. Por último, muchos monjes guerreros llevaban parte de la armadura samurai. 






1 comentario:

  1. Un artículo muy interesante, me viene de perlas, porque precisamente ahora ando creando trasfondo para el juego Kensei, y sobre los sohei, no hay mucho material.

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